Edward Cullen es uno de los principales protagonistas de la saga crepusculo por no decir el principal :
Edward fue transformado en vampiro a la edad de 17 años por Carlisle Cullen, patriarca de la familia de vampiros sobre los que giran las novelas, antes de eso no se sabe mucho sobre su vida humana. Nace en Chicago el 20 de junio de 1901; su nombre completo original era Edward Anthony Masen . Con 17 años deseaba convertirse en soldado, sin embargo, la epidemia de gripe española trunca sus planes; El primero en morir por dicha enfermedad fue su padre, el cual se llamaba Edward; luego la madre de Edward punto de morir, pide a Carlisle, que salve a su hijo. Carlisle llega a sospechar, según relata a Bella Swan, que la mujer sabía que él era un vampiro y que podía salvar a su hijo convirtiéndolo Esto ocurrió en el verano (boreal) de 1918, según el relato del propio Edward. Así pues, Carlisle transforma a Edward en vampiro y de esta forma se convierte en su primer hijo adoptivo. Al convertirse en vampiro, los sentidos de Edward se exacerban y desarrolla nuevas facultades, siendo capaz de leer la mente de quienes le rodean, un don extraño incluso entre los vampiros.Al principio Edward no soporta la dieta del doctor Cullen por lo que decide seguir su propio camino; así que diez años después de su conversión (por lo tanto, en 1928) Edward se separa de Carlisle para emprender una vida de nómada. Carlisle, en ningún momento intentó retener a Edward a su lado. Le dijo que hiciera lo que quisiese, con todo y eso, también le dijo que si algún día querría volver a su lado, él estaría encantado de recibirlo.En la saga "Crepúsculo", Bella describe a Edward como un ser insoportablemente hermoso, a veces ella misma cree que un ser como él no puede existir. También dice que es un dios, que es tan perfecto y no entiende como puede fijarse en ella, cree que son una pareja dispareja. En varias ocasiones menciona la perfección de sus rasgos faciales (pómulos salientes, una fuerte mandíbula, nariz recta, labios redondeados) y físicos, y hasta llega a compararlo con Adonis de la mitología griega. Su piel es blanca como el mármol, casi tan fría como el hielo y brillante como diamantes a la luz del sol. El pelo, despeinado y de color cobrizo que él heredó, en su vida humana, de su madre biológica, al igual que sus ojos verdes cuando era humano. Los ojos, hipnóticos e irresistibles, toman color de acuerdo con la fuerza de su sed, adquiriendo un color oscuro como el ónix cuando está sediento, o un color tan claro y brillante como el topacio cuando no tiene sed. Su cuerpo es esbelto, alto, de un 1'85 m aproximadamente, fuerte y musculoso, pero no tan musculoso como Emmet ni tan delgado como Jasper, que son sus hermanos vampiros adoptivos.
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